lunes, 12 de marzo de 2007

Un crack con el trabajo equivocado

Dinos, Antoni, dinos, ¡qué vamos a hacer en el Siglo XXI! Pues… Sobrevivir, ¡no queda otra! ¡La vida puede ser maravillosa! O algo así… Pero el fútbol con fatatas sabe mejor, por supuesto. Y el blues con whisky… Después de espantar a los cortos de fe, no me queda otra más que confesar mi más sincera admiración hacia Andrés Montes. Me gusta el jurgol y me encanta el basket, pero no viene de ahí mi admiración por el Café con leche, no. ¡Qué gran experto musical se ha perdido el mundo! Es una lástima que nunca le haya dado por salvar el alma musical en este país, porque conozco pocas personas capaces de transmitir de una forma tan agradable la magia de la buena música. Lo mejor de los partidos de la NBA con él era el resumen final con una banda sonora cuidadosamente escogida, era lo primero que hacía nada más llegar a la redacción del Plus. Cuantos descubrimientos le debo… Quizá, el mejor, la Matthew's Southern Confort y su deliciosa versión del Woodstock de Joni Mitchell. Rock sureño, Soul, Jazz, Pop con sustancia… Ask Montes por details.

Tuve el placer de comer con él la pasada primavera, antes de que se largase a Alemania a hacer el Mundial. Apenas hablamos de música, por no decir nada, había otros cuantos temas sobre la mesa, y yo temía palidecer y que toda mi conversación fuera 'oh, gracias a ti he conocido a tal y a cual y este otro'. Pero me dio el titular que quería, 'Ya lo dijeron Lennon y McCartney, esto es un largo y tortuoso camino'. El Atlético, la vida…

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